le había tomado bastante tiempo darse cuenta de la realidad, pero cuando en realidad lo hizo, por fin entendió que la dama de la fortuna había sonreido en su dirección de manera benevolente a pesar de ser tan fría y seductora. en mas de una ocasion se preguntaba constantemente, especialmente en aquella semana que no pudo dormir, si acaso tal vez otra opcion seria mas sencilla. por que a el? por que ahora? aquellas preguntas lo mantenian despierto hasta la madrugada siguiente, cuando debia fingir haber descansado lo suficiente para poder enfrentar el dia con una sonrisa y temerario valor, justo como era esperado de el. sin embargo...aun podia recordar el brillo anaranjado de los faroles del otro lado de la calle, las noches calurosas de marzo, el principio de la primavera y las voces que hacian eco a traves de las incontables brisas nocturnas. quizas alguna de ellas le traeria la verdad y buenas noticias. tal vez si fuese capaz de soportar un par de noches de esta manera, al final resultaria el vencedor de su propia historia. aquellos dias y aquellas noches fueron simplemente un maritirio, un limbo, un momento entre la vida y la muerte en los que el se preguntaba una y otra vez si todo esto seria una dulce broma del destino que se burlaba de su peor pecado y le recordaba constantemente que aquel rostro sin nombre le habia robado lo mas preciado de su vida. sin embargo, a pesar del profundo dolor y eterna angustia de no poder explicar exactamente como se sentia, se dijo a si mismo que nada en el mundo podria detener su motivacion y fuerza de voluntad: el unico dia que tendria permitido rendirse era el dia de su muerte, no mas. un dia tras otro, varias decadas despues, se dio cuenta de que el paso del tiempo era lento, tetrico y seguro, casi tan seguro como el vacio de las constelaciones que veia a traves de la ventana. tal vez su vida seria efimera y sin sentido, en tan solo un parpadeo del mundo se habria acabado algo que en realidad nunca comenzo, no obstante, incluso si fuesen tan solo unos segundos, se aseguraría de que valieran la pena. cada sonrisa, cada exito, cada fracaso lo habia guiado hasta donde estaba ahora: en cama durante dias y observando las repetitivas puestas de sol que le recordaban su lenta agonia de saber que el mundo seguia girando del otro lado de las paredes, pero a el no le era permitido participar en el bullicio de la ciudad. "no mas", penso, "juro que esta sera la ultima vez" mientras el insomnio le hacia compañia en la esquina de la habitacion, la luz carmesi de sus ojos encendio su vision del resto del mundo. sabia que tenia suerte, sabia que gracias a todas las deidades habidas y por haber, su corazon latia en este mismo instante y con cada latido procuraba decirle "un segundo, un segundo", ese lamentable sonido que tanto le estremecia pero le estremeceria mas no escucharlo de nuevo. tal vez no podia estar de pie por el momento, tal vez el peso de su cuerpo era demasiado para el, pero el peso de su alma fue lo que mantuvo su cordura aquellos dias oscuros cuando no podia encontrar una salida. sabia a la perfeccion que el peor pecado de la humanidad era pensar que alguna tragedia nunca les pasaria a ellos simplemente por tratarse de su personalidad, sin embargo, este suceso, que lentamente se habia consolidado en lo mas profundo de su piel, le habia llevado a su actual dilema en este momento.
"siempre pense que no me pasaria a mi", se dijo a si mismo con una sonrisa sarcastica dibujandose en sus labios, "e incluso si lo hace, jamas me vencera". suspiro por ultima vez aquella noche mientras tomaba un cuchillo de filo ligero al otro lado de la habitacion. pelearia contra todo aquel que quisiera atarlo con cadenas a una habitacion confinada sin puertas y con una ventana. incluso si eso significaba cortarlas el mismo. poco tiempo despues recibio una carta, cuyo mensaje era demasiado claro e irreal para poder ser ignorado. a pesar de que ésta comentara una verdad que el en ese momento no queria escuchar, sabia que todos tenian cierto grado de razon en su inminente locura. tal vez para ser libre uno debia dejar ese trillado estereotipo y condicion de los demas, romper ese espejo creado por otros que no revelaba quien era en realidad... para ganar su libertad, debia perder algo mas. en su caso, cual seria el precio a pagar? tan solo unos amaneceres mas tarde, por fin entendio. el precio de su libertad seria el acero de su corazon.
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hace tiempo que no escribia, y esto no es precisamente lo que tenia en mente
pero lo mio casi siempre son historias romanticas y eso me tiene un poco cansada
asi que quise escribir como me senti la semana que no podia levantarme de la cama por la operacion de rodilla que tuve hace un par de meses, las noches pasaban lentamente.
fue una semana bastante dura, pero ahora....ahora se lo afortunada que fui.
