la primera vez que te vi parecia ser una mañana como cualquier otra, en la que la brisa otoñal de septiembre hacia caer algunas hojas de los encinos de la arboleda contigua. entre cada paso y cada susurro podia escuchar como crujian bajo mis botas causando ese peculiar y extrañamente relajante sonido que eventualmente relacionaria con la epoca del año. naranjas, un tanto carmesi y uno que otro tinte borgoña relucian constantemente con los incipientes rayos del sol que empezaban a iluminar un nuevo dia en nuestra pequeña ciudad. habia escuchado desde hace ya varios dias que este era el lugar preferido de mi madre debido a los inusuales colores de esta estacion, desde siempre recuerdo haber estado a su lado en los jardines cercanos a nuestro hogar admirando en cada suspiro la belleza de un año mas que iba y venia. mientras yo recorria con entusiasmo y sin cuidado las calles aledañas, siempre en busqueda de alguien con quien jugar y ser amigos eternos por un dia, mi madre simplemente pasaba los minutos, algunos instantes, contemplando la maravilla de una vida que nacia y se refugiaba en la novedad de un amor que continuaria con el tiempo. aun recuerdo con nitidez esos momentos en los que, con un libro en mano y fingiendo total confianza en mi entorno (aunque obviamente al ser madre, siempre tendra la mirada en mi) me llamaba con dulzura a proseguir con mis juegos, ya fuese contando las hojas de diferentes tonos o decorando calabazas gigantes en la feria de la plaza central. dia tras otro, aquella sonrisa no menguaba a pesar de mis travesuras, a pesar de mis desconciertos, ya que entendia a la perfeccion que apenas comenzaba a comprender las causas y consecuencias de la vida, asi que solamente suspiraba intentando encubrir su sonrisa mientras acariciaba mi rodilla herida con un poco de antiseptico y algodon, para momentos despues mandarme nuevamente a trepar aquel arbol de relucientes años y recuperar mi honor ante tan enigmatico enemigo. un dia tras otro transcurria en la tranquilidad de su compañia, hasta que poco despues de que entendiera lo que era el dia y la noche, ambos decidieron que era el instante adecuado para que tomara el siguiente paso. asi fue como, con total alegria y mucha curiosidad, por fin aquel dia de septiembre tome un pequeño bolso rosa oscuro que mi madre habia comprado especialmente para mi, con total determinacion coloque sobre mi ropa aquel impermeable (tal vez lloveria, dijo mi madre al elegir aquel horrendo tono amarillo brillante) y con la intriga de quien inicia un nuevo viaje, rapidamente tome las llaves de la casa para dirigirme a ella y pedirle con amable cortesia que fuese la dama que me acompañara en tan interesante travesia hasta lo que seria mi nueva escuela. ah...y por suspuesto, nuevamente me sonrio mientras tomaba mi mano con ese orgullo maternal resplandeciendo en su mirada que solo ella podia tener. un paso, otro mas, y mientras empezaba a preguntarme por el origen de aquel viento gelido que comenzaba a soplar a mi izquierda...fue la primera vez que te vi. por alguna extraña razon...sabia que eras diferente a todos aquellos que habia conocido con anterioridad. durante unos segundos, a pesar de que fuese bastante descortes de mi parte, no pude evitar simplemente perderme en las zirconias de tus ojos, ese rubor en tus palidas mejillas que delataba la baja temperatura, ese tono de castaño que me recordaba al ultimo respirar de aquel encino. por unos instantes en los que mi apenas floreciente vida se detuvo, vislumbre a quien, desde tan pronto por obra divina, se quedaria para siempre en mi memoria y mis suspiros. y fue asi como una eternidad duro tan solo un segundo, mientras seguia contemplando tu silueta alejandose de nosotros en la siguiente avenida y tu no volteaste atras ni una vez. por supuesto, para alguien de mi corta edad, un segundo y "para siempre" son conceptos muy similares, asi que, afortunada o desafortunadamente, en cuestion de unas amables palabras de mi madre y la campana de inicio de clases, olvide para siempre nuestro fortuito encuentro.
la segunda vez que te vi, parecia ser una calurosa tarde de primavera, una de esas en las que la mayoria de los jovenes tan solo desearia rapidamente deshacerse de los deberes escolares para acercarse a la playa mas proxima y relajarse despues de un semestre lleno de estres y penurias. en realidad, este pequeño pueblo no habia cambiado demasiado, ya que, al menos para mi, continuaba siendo lo que mi madre me enseño a llamar "hogar" desde el primer dia en el que el sol se asomo en el este de mi ventana y me dio una inusual bienvenida al inicio de mi conciencia. lamentablemente con el paso del tiempo, me di cuenta ( o me obligaron a notar) que en realidad nada de la vida que yo esperaba habia sido diseñada como una obra maestra, con total detalle y dedicacion, con colores pastel y un lino esperando a ser la proxima maravilla en un prestigioso museo. no. tal vez la de alguien mas habria transcurrido de esa manera tan perfecta y al pie de la letra, sin un solo rasguño ni decepcion por parte de cierta fuerza que osa burlarse de nosotros en las sombras. no...al menos no la mia. mientras transcurria un dia mas de primavera, en los que mis ilusiones poco a poco se tornaban mas sombrias, un pensamiento ligeramente positivo e inusual paso por mi mente: "tal vez hoy pueda verlo antes de que termine el semestre". asi fue como, con un intento de motivacion, me dije a mi mismo que deberia concluir mi jornada de trabajo rapidamente para verle a traves de la ventana de su salon antes de que se dirigiera con todos los demas a una de las playas. empezaba a hacer bastante calor, digno obviamente de la temporada, por lo que no esperabamos demasiados clientes a esta hora, y segun el reloj contiguo a la puerta, seguramente mi turno estaba a unos limitados tres minutos de terminar. "realmente deberia pedir que cambiaran nuestro uniforme" pense mientras las altas temperaturas hacian estragos con mi inmaculado traje sastre y camisa blanca de manga larga elegidos por un jefe un tanto incompetente que aun asi me hacia sonreir con us nimiedades y ocurrencias. me encontraba limpiando una de las ultimas mesas en la terraza de la cafeteria mientras uno de mis compañeros de trabajo escribia en una pequeña pizarra a las afueras del cafe las mas novedosas bebidas que habia conseguido inventar hoy y algunas bromas locales solo asequibles para los transeuntes locales y clientes frecuentes. aquello realmente me hacia sonreir ya que me daba la impresion de tratarse de una acogedora familia esperando el inicio de otra estacion. en lo personal, me encantaria que pronto fuese otoño, ya que era la epoca preferida de mi madre, aunque lamentablemente no le fue posible ver uno mas despues del inicio de mi educacion, hace ya varios ayeres. suspire con un ligero pesar en el pecho, aunque sabia que los pocos años que pude compartir con ella habian sido los mejores de nuestras vidas. su amable sonrisa, su tierna mirada entre inicios de septiembre con un poco de nieve en tonalidades de azul, su inigualable voz cuando recitaba nuestra cancion preferida...se que probablemente no estaria orgullosa de mi en este momento debido a las deficientes decisiones que tome, sin embargo, de una u otra manera habia salido adelante por mi mismo, asi que esperaba que eso contara para algo...ahora que lo pensaba, cuanto tiempo habia pasado limpiando esta misma mesa? sonrei un poco para mis adentros mientras aquel reloj, regalo del alcalde, me indicaba que era libre de retirarme por este dia (gracias a dios), no obstante, al momento de comenzar a quitarme el delantal, escuche la campana de la puerta principal, lo cual significaba que un cliente acababa de entrar. ya que mi compañero por el momento seguia ocupado con las especialidades del dia, recaia en mi la responsabilidad de atenderlo, a pesar de que mi corazon lo que mas queria era huir al otro lado de la ciudad para vislumbrar como todos los dias a quien se habia adueñado de mis pensamientos. preparandome mentalmente para el ultimo comensal de mi turno y seguramente sus peticiones ridiculas fingiendo ser un gran conocedor, arregle los listones de mi delantal y me obligue a mostrar una sonrisa, sin embargo, cuando lo vi acercarse...esa sonrisa se conviritio en una realidad. aquel que ahora se encontraba frente a mi, se quito los guantes y la bufanda que hacian juego, dejando al descubierto su cabello castaño claro y ligeramente despeinado que le llegaba hasta los hombros, unos increibles ojos de un color similar al de su gabardina y una palida sonrisa que se aproximaba con pasos ligeros. casi sin notarme, simplemente pidio un cafe
negro con un poco de azucar y un bombon. yo, por mi parte, me econtraba a dos instantes de dejar caer la cafetera por lo anonadado que me habia provocado su presencia. una mirada que reflejaba problematica de demasiadas maneras, ojeras que habian visto mejores dias y esos labios cuyo sabor me parecian una incognita irresistible me llamaban de sobremanera la atencion. afortunadamente continuaba observando con detenimiento las tablas de precios sin reparar en mi presencia, ya que pude sentir como mi corazon y mis pensamientos se detenian al tan solo admirarlo "ah, no te preocupes", sacandome de mi ensimismamiento, senti una sutil palmada en mi espalda, "yo me encargare a partir de aqui, se que tienes un pendiente importante", me dijo mi compañero mientras tomaba la cafetera de entre mis manos y se dirigia con proeza a cumplir el pedido. me guiño con poca moral mientras me dirigia a la salida de empleados de la cafeteria sin poder decir una palabra mas. antes de siquiera poder notarlo, me encontraba en el estacionamiento, con las manos vacias, pero con un hermoso recuerdo de quien eras tu. esa fue la segunda vez que te vi, aunque no lo sabia.
la tercera vez que te vi fue durante un placentero atardecer de verano, uno de esos en los que la fresca lluvia empezaba a arreciar y tocar ligeramente el ventanal principal del aeropuerto, apenas preocupando a los ocupados pasajeros. debo admitir que en aquel momento, tu estabas apartado de mi memoria, tal vez con tan solo una linda sonrisa y esos hermosos ojos castaños que nunca pude olvidar, sin embargo, el tiempo hizo estragos conmigo y poco a poco me quito la fantasia de verte una vez mas. como podria esperar que nuevamente aparecieras en mi vida sin aviso ni garantia? como pensar que simplemente veria a traves de la ventana de la cafeteria y te veria caminando tranquilamente en mi direccion, con toda la disposicion de pedir mi numero y posiblemente una indiscreta cita? no puedo evitar burlarme de aquellos pensamientos tan inocentes. eso no pasa en la vida real, mucho menos despues de tanto tiempo en el que ahora alguno de los años que transcurre ha aligerado mi mirada, pero no ha quitado un solo instante de mi sonrisa a pesar de todo lo sucedido. ah, estoy tan nervioso! realmente no crei que llegaria este dia en el que por fin regresaria la persona que tanto aprendi a amar, aquella persona que me tomo felices meses conquistar y sugerirle una relacion juntos, a pesar de nuestras constantes diferencias. el? el era el partido perfecto para cualquiera: una empresa familiar proximamente a su nombre, esos ojos verdes dignos de derreteir mis intenciones, un futuro prometedor y gran aficionado a la pintura debido a sus prolongados viajes al extranjero. practicamente todos los dias recibia confesiones de amor aunados con una carta o una flor, sin embargo, el rechazaba cada una de ellas, esperando siempre a que fuera yo quien llegaba con pequeños regalos y garantia de sentimientos honestos, no obstante, yo no estaba al pendiente de eso ya que pensaba que alguien tan inusual como el jamas tendria mas de dos segundos para mi. gracias a dios estaba bastante equivocado. tan solo unos dias despues de verte en aquella cafeteria donde solia trabajar, se aparecio el con una sonrisa bastante divertida preguntandome cuanto tiempo mas tendria que esperar para que me atreviera a entrar a su salon con aquel discurso que ya tenia preparado desde hacia meses. al principio estaba un poco decepcionado ya que considere que se trataba de una broma de mal gusto y simplemente se estaba aprovechando de lo que sentia por el, sin embargo, cuando vi a sus amigos sonriendo detras de el, esperando con ansias mi respuesta, quise asumir que aquella confesion era tan verdadera como la mia que aun no se presentaba. posiblemente en aquel momento me senti como la persona mas afortunada del mundo ya que alguien como yo, con minimos ingresos y no mucho que ofrecer, jamas habria soñado captar su atencion. en este momento me encontraba esperando en la entrada principal del aeropuerto, ligeramente maravillado por las magnolias y rosas rojas que decoraban el jardin y me daban un poco de animo para decir las palabras que a veces deseaban huir de mis labios y otras simplemente buscaban refugio en lo mas profundo de mi corazon para evitar ser lastimado. hoy, sin embargo, estaba totalmente decidido a hacerlo, aunque en realidad habria preferido hacer esto de una manera mucho mas romantica, justo como el lo merecia, tal vez en una visita sorpresa al hotel donde se hospedaba en francia y pedirle matrimonio bajo la luz de la luna parisina, como en una de sus tantas peliculas preferidas (claro que despues del tercer intento, debia captar la indirecta), no obstante, el es bastante practico y logico en este tipo de asuntos, asi que entendio que aquel mes tenia dos opciones, ninguna muy llamativa, si debo decir: la primera era gastar todos mis ahorros en un viaje imprevisto para declarar mi amor y quedarme a dormir bajo un puente el resto del mes o tan solo esperar a que el regresara despues de varias semanas de ausencia, aunque esta fuera la opcion menos romantica, al menos sabia que podria garantizar un "futuro"....hasta la proxima quincena. sonrei para mi mismo entre tantos pensamientos que ahora me hacian agonizar pensando en mil alternativas, cosas que posiblemente olvide para hacer de este momento lo mas magico posible y diez mensajes sin responder en el celular. todos ellos probablemente una variante de "ya llego? ya le dijiste?" "a que hora hacemos la reservacion en el restaurante?" de amigos bien intencionados. ah, realmente no podia mas con esta frustracion. la tabla de llegadas anunciaba que su vuelo estaba retrasado por un par de minutos, pero que no tardaria mas, asi que mientras observaba con detenimiento la puerta donde ingresarias, las mariposas en mi estomago me hacian querer salir corriendo. sonrei nuevamente. tal vez...ah, tal vez. el ramo de coloridas gerberas y tulipanes hacian que mis manos temblaran por mantener el equilibrio y una pequeña cajita esperaba con emocion en mi bolsillo. tan solo unos minutos mas y por fin nuestra vida empezaria. sin embargo....nunca se debe decir que sabemos que nos depara el destino ya que en ese momento, justo cuando acababa de aterrizar el avion que estaba esperando...apareciste tu. tu. despues de tantos años pensando que jamas te volveria a ver, nuevamente haces acto de presencia frente a mi mientras buscas tu equipaje entre las tantas maletas. tu...a quien he visto toda mi vida pero nunca lo suficiente. te reconoceria en cualquier parte, en cualquier momento ya que en realidad nunca pude olvidar la tibieza de tu voz, el castaño verde de tu mirada. eras tu ante mi otra vez, como si una cruel broma me hubiese sido preparada todo el tiempo. eras tu. tu cabello un poco mas corto e igual de desalineado, accesorios de plata colgaban en tu mano izquierda y aquel cardigan que usabas hace tantos años. ah, realmente sentia que mi respiracion habia fallado, mi pulso estaba erratico y el resto de mi cuerpo en total shock. tan solo unos segundos despues, dirigiste tu mirada hacia mi y parecias igualmente sorprendido por verme, aunque no estoy seguro de que me reconocieras al instante el sonrojo de tus mejillas me decia la verdad. tantos años despues y te aparecias en el momento mas inoportuno, el dia mas inadecuado. justo cuando pense que debia acercarme, senti que alguien me abrazaba por detras con mucho cariño. saliendo de mi ensimismamiento rapidamente, pude notar la sonrisa de quien habia estado esperando, ese brillo en sus ojos al notar el ramo de flores y dulces palabras que parecian decir "me extrañaste?" a la expectativa de su premonicion. mi corazon se encontraba dividido en dos, ahora. que deberia hacer? deberia fingir que nada paso y entregar ese ramo a quien me sonreia? o tal vez deberia correr tras de ti antes de que la multitud hiciera que te perdiera para siempre? tomandome un instante en una epifania, decidi lo que debia hacer.
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ok....las primeras dos partes ya estaban listas desde hace varios dias
pero la tercera apenas paso hoy, no estaba muy segura.
casi siempre los personajes toman decisiones seguras y sabemos que les sucede
pero esta vez lo quise dejar como un final abierto, para que cada quien pueda decidir que paso
aunque yo si se XD
intentare tener mas tematicas, no solo historias romanticas porque eventualmente se vuelve aburrido
quiero historias de terror!!!
extrañamente, el titulo fue lo ultimo que pense.