[wasurenaide ne...kore wa owari ja nai koto]
desperte bastante confundido y con un ligero dolor de cabeza que me impidio ver la extraña realidad que me rodeaba durante algunos instantes. algo dentro de mi me decia que no abriera los ojos, que simplemente caminara con suma tranquilidad hacia el otro lado de la calle sin voltear hacia atras y aparentar que nada habia sucedido, sin embargo, podia sentir una sustancia fria y densa decorando un carmesi trayecto desde mi frente hasta el lugar en la avenida donde descansaba mi mano derecha, aun apoyando el peso de mi cuerpo sin querer comprender que ahora mi corazon y mis venas estaban... vacios. intentando recobrarme un poco del shock en el que me encontraba, pude notar que mi corazon no latia con normalidad, mis extremidades parecian tan ligeras como hilos que sostienen a una muñeca para evitar su caida, el aire no llegaba a mis pulmones todavia carcomidos por el humo de una adiccion que ahora se desvanecia a cada momento entre las nubes de esta no tan apacible tarde de otoño y por alguna razon desconocida, la presencia de una pequeña caja de terciopelo en mi bolsillo habia desaparecido por completo, sin dejar rastro alguno de metal derretido o de ese transparente diamante que le decoraba transmitiendo luz plateada con los rayos del sol. no queria admitirlo, no queria saberlo, pero estaba consciente de que algo habia cambiado en tan solo unos segundos, un cambio fatal que habia terminado con el mundo como yo lo conocia. entendia que no seria capaz de huir de la realidad por mucho mas tiempo, no obstante, mi alma exigia tan solo un minuto para comprender la magnitud de la situacion, aquel accidente del que se hablaria unicamente en las noticias de las seis, aquel accidente que se sumaria a las estadisticas de un año gris sin continuacion y que posiblemente seria olvidado por todos aquellos civiles fantasmales y lugubres, sin rostro ni expresion, en cuanto hubiese concluido la aparente novedad. me dije a mi mismo que quizas se trataria de un mal sueño, uno de esos de los que despiertas en medio de la noche con el nombre de la persona que amas en tus labios y constante terror de una realidad alterna, tan solo para regresar a tu conciencia y pensar "ah, unicamente era una pesadilla", aunque ese tipo de sueños nos recuerdan constantemente de nuestro ultimo destino, que para todos varia y para mi habia llegado mucho antes de lo esperado. un dia antes de que empezara la verdadera alegria de mi vida, esta habia terminado. casi puedo sentir la ironia corriendo por mis venas junto con la sangre que se derrama sobre el pavimento y que sera co autor de una obra de arte para la portada de ese perodico amarillista de tercera que tanto intentaba ignorar en mis recorridos vespertinos. interesante, ahora la victima de una fotografia de mal gusto para saciar la curiosidad y morbo de la gente sin escrupulos sere yo. casi puedo sentir una sonrisa a medias asomarse por la comisura de mis labios...si aun pudiese moverlos a voluntad, claro esta. suspiro con un tanto de pesadez, si se me permite decir altaneria, y me dirijo hacia donde ahora yace la mitad de mi cuerpo: el cruce peatonal de una avenida importante y el monumento a la revolucion que visite una vez. jamas me imagine que terminaria de esta manera, sin embargo, realmente no me sorprendia.
decidi tomar asiento en el asfalto, delineando la silueta de lo que quedaba de mi, mientras que una mujer rubia que habra visto mas decadas que yo llamaba a gritos una ambulancia que venia en camino. intentando llamar su atencion desde el otro lado de la avenida con un pañuelo rojo, como si no fuese lo suficientemente obvio lo que acababa de acontencer, otro amable y anonimo ciudadano que jamas conocere se encontraba con su celular en la mano izquierda, detallando con atencion y señales a lo que presumo sera la policia de vialidad aquella tragedia en la que participaba. me pregunto por que estare tan calmado si lo que veo frente a mi son mis propios ojos cerrados y ausentes, sin ese caracteristico brillo ni luz que solia reflejar mi eterna gratitud a la vida. tal vez ya sabia de antemano que no seria para siempre, que no duraria demasiado, tal vez por eso era mas facil resignarse con cada segundo que pasaba mientras los paramedicos pedian con amabilidad fingida y tensa a los curiosos que ahora formaban un circulo al rededor del auto que despejaran el area y les permitieran hacer su trabajo, aunque todos deberiamos admitir para este entonces que realmente no habia mucho que pudieran hacer por mi. observe a mi derecha los objetos que me acompañaban en este ultmo dia, debo decir que a partir de este momento le tendre un cariño especial a esa camisa azul marino, el collar de plata que me regalo para mi cumpleaños veintiseis y una fotografia en mi billetera de lo que mas amaba en el mundo. no puedo evitar sonreir al contemplarla esta ocasion. me brinda cierta alegria saber que incluso en este dia, jamas me abandono a mi suerte. incluso ahora estaba a mi lado, con esa bella sonrisa en uno de esos cubiculos de bajo presupuesto y trasfondo bermellon como si se tratara de un palacio en la sala de cine. suspiro por ultima vez, ya que mi corazon me ha avisado de un pequeño detalle que olvide: jamas regresaria a tiempo para verla y darle la buena noticia. ese profundo dolor en mi pecho fue lo que se llevo mi aliento final con cierto pesar por un futuro que no tendriamos mas. ahora que lo pienso, no deberia quedarme aqui mas tiempo, mientras que el personal medico retira lo que queda de mi a uno de lo vehiculos forenses y pregunta por el auto del culpable. ya nada de esto me concierne a mi, salvo esperar esa fatidica llamada que nunca podre responder. un anillo que no entregue. un futuro que no vi. pero ya nada de eso tendra importancia ya que frente a mi, por fin puedo ver a quien me siguio desde el primer dia, ese alguien especial que realizo su trabajo a la perfeccion hasta el ultimo momento donde no le estaba permitido intervenir. me sonrie desde lo alto de un edificio banquero y con una sonrisa y un gesto de asentimiento me indica que ascienda a su lado. debido a la conmocion en esta tensa ciudad, dudo bastante que alguien note mi presencia gelida y dispera subiendo por las escaleras de emergencia hasta el veinteavo piso, donde me espera recargado en un balcon de cristal y el rostro apoyado entre sus manos, como si supiese desde el principio que era aqui donde debia estar en este instante exacto.
decidi mantener cierta distancia, ya que a pesar de conocerlo desde siempre, me imagino que sera el unico que entienda este sentimiento borroso y confuso que ahora recorre mi conciencia. pasamos algunos minutos en silencio, o tan silencioso como puede esperarse de una escena del crimen, mientras una rafaga de viento acariciaba delicadamente mi piel y hacia que su tunica color hueso resplandeciera con la luz de un dia que se despedia para siempre. en realidad no era capaz de comprender por que el parecia mas frustrado que yo, sin embargo, algunas lagrimas que recorrian sus mejillas me hicieron entender que en esta tarde yo no era el unico sufriendo por lo que habia sucedido. realmente es identico a como lo dibuje hace tanto tiempo en el jardin de niños, cuando aquella profesora de religion nos pidio tan singular proyecto con lapices de color y hojas azules. su palida complexion, sus ojos del tono marron de un otoño que empieza a despertar despues de un verano eterno, su cabello tan similar a los colores de un atardecer. era exactamente como lo habia imaginado, incluyendo esa triste y hermosa sonrisa.
"realmente lo lamento", me dijo procurando que me fuese imposible notar su voz quebrantandose, "lo intente. dios sabe que lo intente". como hacerle comprender que no fue su culpa? que desde un inicio todo terminaria de alguna manera? suspire por ultima vez y tome su mano entre las mias, lo cual causo una ligera expresion de sorpresa al sentir la calidez huyendo de mi piel. "te conozco desde que abriste los ojos para ver el mundo por primera ocasion. mi corazon salto de alegria cuando escuche tu nombre de los labios de tu madre, entre lagrimas de regocijo y profundo agradecimiento a quien nos creo. por siempre te vi crecer, cada año parecia tan solo un instante. y antes de que pudiera notarlo, te habias convertido en un hombre de bien, alguien que merecia nada mas que felicidad". su mirada vacia atenta al horizonte me rompia el alma a pedazos. si tan solo fuese capaz..."no fue tu culpa. en absoluto". ejerzo un poco de fuerza sobre su hombro en un intento futil de reconfortarlo. "me protegiste desde el primer dia, en cada momento podia sentir tu presencia a mi lado, sabia que no estaba solo, fue por eso que pude continuar hasta ahora". nego continuamente con la cabeza, tristeza y conmocion en sus ojos. "si tan solo hubiese sido posible darte un dia mas...se lo que planeabas. se lo que deseabas con ahinco y profunda pasion. se lo que esperabas esta noche. y lo que jamas tendras".
nunca pense que nuestro unico encuentro fuese de esta manera. en el atardecer de aquel tragico dia, en la azotea de aquel edificio de imponente presencia en la humilde ciudad, por fin pude conocer a quien me acompaño toda la vida. quien ahora se deshacia en tristeza por mi.
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no, no estoy emo ni nada. pase dos horas y media en un autobus porque me equivoque de direccion y pase por el hotel mas famoso de aqui. y esto nacio. para mi, esta persona conocio a su angel de la guarda.
aprox media hora. con kagefumi de gazette en repeticion n.n