[Willkommen im Hotel]
realmente jamas habia siquiera empezado a sospechar que en algun momento de nuestras vidas despertariamos de esta manera. debo admitir en primer lugar que ha sido culpa y defecto mio, ya que se supone esta noche seria la unica de guardia. en realidad uno ya no veia el sentido ni la razon de ser la mayor parte del tiempo, pero jamas les dariamos el dulce sabor de nuestra derrota, no mientras aun tuviesemos un apice de energia y el honor de defender a nuestra patria con la frente en alto e insultandoles en su propio idioma, tan solo para tener la seguridad de que hubiesen entendido nuestras ofensas inutiles, inservibles e inmaduras. ah, habian transcurrido ya varios meses desde que se dio aquel aviso por radio y lo que nos quedaba de prensa, aunque debo aceptar que ninguna de nosotras estaba completamente segura de que esto no fuese una simple broma de mal gusto. lamentablemente, en epoca de guerra se debe hacer uso de cualquier recurso que se tenga disponible, incluyendo a lo que resta de la poblacion. jamas podre olvidar aquel fatidico dia cuando mi madre llego con el semblante sombrio y algunas hojas de periodico arrugadas entre sus manos, a pesar de las constantes preguntas sobre lo sucedido, nuestras tropas y la siguiente instruccion de nuestro ministro, ella solo nos indico con la mirada tensa, fria, de acero y vacía que tomasemos asiento cerca de la verja de la ventana, en lo que serian los ultimos rayos de sol antes de ese extraño ocaso sin color. por alguna razon evitaba fijar su mirada en alguna de nosotras, aunque por lo que pude apreciar, no se trataba de alguna falta nuestra, sino de una noticia que todavia no podia aceptar. como una de esas ocasiones en las que uno continua en negacion por el tiempo que sea posible, sin embargo, cuando lo dijo en voz alta, el fragil vidrio que nos protegia de la realidad se quebro para siempre y desaparecio en nuestra alfombra. ya no habia mas que se pudiese hacer en estos momentos de desesperacion y tristeza, nos explicaba con firmeza y sin permitirnos ver el miedo que aterraba su expresion demacrada y decaida, ahora habia llegado nuestro turno y debiamos cumplir con lo que el gobierno y el mundo esperaba de nosotros. sin una palabra mas, mi hermano mayor se acerco a la figura que antes hubiese sido nuestra madre y, sin prisa pero con apuro, arrebato incredulo aquella hoja que presentaba el titulo de la peor noticia que pudiesen dar en un instante. aquellas letras en negro carmesi fijaban los hechos como si de numeros y estadisticas se tratase, olvidando por un segundo que cada cero a la derecha era un soldado que habia perdido la vida, un hombre que jamas regresaria a casa, un ciudadano que habia caido de la manera mas honorable: defendiendo el ideal de paz aunque eso significase no presenciarlo mañana.
con un grave y profundo suspiro, mi hermano, aquel joven valiente, caballeroso, presto y leal, se dejo caer a la sombra de mi madre, intentando disfrutar lo ultimo de la fogata invernal que veria en su vida, ya que al dia siguiente deberia actuar como el soldado dispuesto y entrenado que solo añoraba acabar con el enemigo, o al menos eso deseaba aparentar. en realidad, nadie lo conocia como nosotros, un hijo de familia, adorable y ligeramente torpe en cuanto a las damas, en ocasiones distraido pero siempre en el instante ceñido para ayudar. debido a que se trataba de un ingles, no podia permitirse expresar su tristeza ante mi madre, por lo que simplemente se limito a inclinar su mirada hacia la alfombra en señal de infinita disculpa mientras rasguñaba con estres y ansiedad la alfombra de la sala que ahora le parecia descolorida y frustrante. ante tal muestra de afliccion y desperecio, mi madre suspiro lentamente pensando en las palabras de aliento apropiadas para tal situacion, sin embargo, no podia dejar de pensar en aquella ocasion hace poco mas de veinte años cuando perdio a quien ella mas amaba en ese entonces, su compañero de vida, la sonrisa de su amor, sus ultimas palabras... y ahora deberia enfrentarse a la repeticion de la historia ya que al parecer la humandiad no habia aprendido de sus errores en esta ocasion. mi madre, ya con una expresion cansada en el rostro, facciones que dejaban ver los años transcurridos en escasez y un poco de resignacion que se asomaba en las esquinas de sus labios, no pudo hacer mas que abrazar a mi hermano y dirigirlo al salon principal, donde se encontraba el aun sonriente y jovial retrato de mi padre, saludando al improvisado fotografo desde el otro lado de la realidad, ofreciendo un gesto de amabilidad, un hombre adulto que se preparaba para dar lo mejor de si incluso en el momento mas oscuro del mundo.
aquel atardecer...fue el ultimo dia que fue capaz de pasar en casa. aunque el seguramente crei que ninguna de nosotras podia escucharlo, era notable que pasaria esa noche en la recamara de mi madre, con una espada en mano y en la otra su frustracion por una generacion perdida en confusion y sangre. a la mañana siguiente, decidio marcharse lo antes posible, incluso sin que lo reclutaran a prioridad, y cerro la puerta lentamente tras de si, tal vez para que pudiesemos continuar con la ilusion de que se encontraba en la escuela y probablemente volveria mas tarde...a pesar de que conociamos esta mentira a ciencia cierta, transcurria asi el tiempo, entre comentarios de asfixia y terrible traicion por parte de los franceses. ya nada podia darnos algo de consuelo ya que dia con dia, la prensa y comunicados en la plaza nos afrontaban a una situacion de la cual no era posible huir: la realidad. un dia y su continuacion parecian ser exactamente iguales, casi como si aquellos meses no ofrecieran nada mas que no fuese noticias sobre nuestros decesos y defensas, terreno perdido, pueblos y pequeñas ciudades que se habian rendido ante nosotros y la bendicion de la reina...podiamos notar que nada de esto veria su final antes de la siguiente primavera, por lo cual tomamos una radical decision poco antes de septiembre, no obstante, la decision no fue nuestra, sino de la necesidad de nuestra gente y la inminente derrota si no perdiamos el miedo y temor. asi fue como una por una, con esperanza por la vida y tristeza en el corazon, ofrecimos absolutamente todo lo que nos quedaba despues de constantes bombardeos y reciente rencor. en nombre de lo que amabamos, de aquello que extrañamos profundamente y de quienes ya habian decidido como yo, aquella noche seria la primera en la que participariamos como soldados para el mundo. estabamso conscientes de que el mas minimo error podia significar una muerte lenta y segura, sin embargo, la siempre presente promesa menguante de triunfo en el horizonte hacia que valiese la pena despertar a las dos de la madrugada para cumplir con mi turno en guardia, por lo cual solo me resigne con astucia a recalibrar mi fusil y balloneta.
aquella noche, podia escuchar el ligero sonido de la luftwaffen en la distancia, casi como intentando seducirnos a disparar. esta seria la primera noche, pero con algo de suerte, no seria la ultima.
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ehm....esto lo hago porque estoy viendo un documental sobre la segunda guerra mundial, espero que no resulte ofensivo para nadie.
algo que me sorprendio esque incluso las mujeres debian enlistarse, al menos defender sus casas, pero recibian entrenamiento y todo....o.o;
se supone que son tres hijas y un hijo, la que narra es la mayor.