Thursday, 9 December 2010

Siete por once~*

"era otro dia monotono y un tanto frio. lo vi llegar de las clases y subio directamente a su habitacion. nunca nos decia que hacia ahi, solo bajaba a la cocina para preparar algo o asegurarse de que la ardilla del jardin tuviera comida, nada mas. teniamos ya varios meses viviendo en ese lugar, pero de el solo sabiamos su nombre y de donde era. raramente nos hablaba ya que preferia estar en su propio mundo que en la realidad. a veces podia escucharse un solo de guitarra variado y armonico en su recamara y los chicos y yo nos quedariamos detras de la puerta cautivadas por el sonido. la musica dependia de su humor: la mayoria de los viernes tocaba una pieza mas complicada y rapida, los martes en la noche seria algo que procuraba transmitir soledad y esperanza y ayer...ayer fue melancolico con toques de decepcion.

podra parecer que lo escucho todos los dias, pero su recamara esta en el siguiente pasillo, por lo que es imposible no hacerlo. un dia de mayo, mis amigos ya se habian ido de vacaciones y a mi me quedaba una semana mas ya que mis padres tardarian en venir a recogerme. estaba leyendo en mi cama tranquilamente cuando el empieza a tocar de nuevo y no pude evitar dirigirme hacia el lugar de donde provenia el sonido, esta vez con mas valentia debido a que mis amigos no me juzgarian por ello. suspire antes de tocar la puerta e intente mostrar mi mejor sonrisa. segundos despues abrio.

"que?" me pregunto en un tono cortante y ligeramente agresivo.
"ah, lo siento. yo...ehm...ah, es que me gusta mucho la cancion que tocabas hace unos momentos. es la de virgin mary, no?" procure que no se sintiera amenazado por mi presencia y que no se notara mi miedo.

me observo por un momento que parecio eterno, quiza pensando que mi intento de oferta de amistad podia ser una broma de mal gusto. dejo con cuidado su guitarra en la alfombra e hizo ademan de permitirme pasar. no pude evitar sentirme un poco intimidado por su personalidad, pero aun asi entre ya que queria conocerlo mejor.

"queda un poco de te en aquella jarra" me dijo mientras tomaba algunas hojas y empezaba a escribir algo que no pense que me permitiria ver. torpemente saque dos vasos de la alacena y servi el te para ambos, sin embargo, note que el me veia mientras lo hacia, lo cual provoco que me sonrojara. sin decir nada mas, le ofreci el vaso y me sente en el suelo, a su lado pero con una distancia prudente por si queria privacidad en su trabajo.

solo hasta que estuve tan cerca de el note las diferencias entre nosotros. ese dia vestia jeans negros con ruturas y una cadena colgando del bosillo, la camisa blanca con los tres primeros botones desabrochados, el nudo de la corbata parecia haberse hecho sin cuidado y sus botas estilo militar no debian ser parte del uniforme. su cabello era mas negro de lo que recordaba y sus ojos azules seguian enfocados en lo que hacia. yo, por mi parte, era de estatura mas baja que el, castaño, un tanto palido y ojos color miel. era muy correcto y propio segun mis profesores, de buenas calificaciones y un futuro brillante de acuerdo con mis padres pero...de que me servia todo esto si no era feliz? sali de mi ensimismamiento cuando escuche su voz.

"ya dejaste de observarme o necesitas mas tiempo?" me pregunto con voz seria pero con un tono que me decia que no le habia molestado mi comportamiento.
"yo...lo siento mucho" respondi y mas sonrojado que antes continue bebiendo te a su lado.
"como sea" fue su ultimo comentario antes de proseguir con lo que mas tarde me entere era la letra de una cancion que me encanta.

al parecer el no tenia demasiado interes en mi y yo no sabia como empezar una conversacion, asi que solo me limite a ver los titulos de sus libros y tome uno de ellos, interesado por el resumen. pasaron varias horas y antes de que lo notara ya habia anochecido. el, vencido por el cansancio, se acosto en mis piernas con una expresion de tranquilidad en su rostro.

"que estas leyendo?" pregunto aun con los ojos cerrados y respiracion acompasada.
"once serenatas, no he visto el nombre del autor" respondi sin quitar la mirada del libro y acariciaba su cabello.
"es uno de mis preferidos" dijo con una triste sonrisa y se quedo profundamente dormido. decidi que a partir de ese momento, velaria su sueño cada noche.

'Gracias, ya puedes descansar porque puedo seguir por mi mismo a partir de ahora'